
En casa y en esta temporada siempre he visto como mi madre preparaba cantidades de Dulce de Membrillo para el invierno. Hoy en día lo consumimos combinado igual en salado que en dulce, pero de pequeña recuerdo tomarlo para la merienda o para el desayuno.. Así lo preparaba mi madre y así lo preparo yo ahora, con el añadido del chorrito de limón que ella no le ponía, pero que a mí me gusta añadir para evitar que se oxide demasiado la fruta y resulte con este color clarito en lugar de muy oscuro... Feliz día!!

Ingredientes:
- Membrillos
- Azúcar
- Agua (para cocer los membrillos)
- 1 chorrito de limón
Lavamos bien los membrillos para quitarles la pelusilla que llevan en la piel. Luego los troceamos con la piel (desechando el corazón y las pepitas) y los cocemos por cinco minutos en una olla ràpida con poca agua (pero la suficiente para que se cuezan y no se peguen).
Cuando estén cocidos los pasamos a un escurridor para que pierdan la mayor cantidad de agua posible y los pasamos por un pasapurés o trituramos con el turmix.
Pesamos el puré de membrillo cocido que hemos obtenido y añadimos la misma cantidad de azúcar (también lo podríamos rebajar 200 grs menos por kilo ).
Pasamos ambos ingredientes a un olla y añadimos un chorrito de limón (para que nos quede clarito, pues evita que se oxide la fruta, pero si lo queréis oscuro no añadirlo).
Cocinamos a fuego lento removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera para que el membrillo no se agarre al fondo de la olla. ¿Cuánto tiempo? es cuestión de paciencia y calidad del membrillo. El dulce de membrillo estará listo cuando al remover toda la mezcla se desplaza en bloque hacia un lado y nos deja ver el fondo de la olla, habrá espesado y cambiado de color.
Para conservarlo volcamos la mezcla en moldes desechables de aluminio, tuppers o de silicona tapados con papel film y guardamos en un lugar fresco o merjor aún en la nevera.