Con este calor apetece sobretodo tomar fruta bien fresquita y helados, pero no conviene pasarse con éstos últimos pues la mayoría llevan una cantidad de grasa añadida de la que no conviene abusar. Así que aprovechando que recién me han regalado un libro, Helados "un placer para el paladar", encontré este sorbete que refresca y satisface como pocos... Con un potente sabor a menta y un ligero sabor a limón, sabe deliciosamente.!! La diferencia del sorbete respecto al helado es que el primero, no contiene ninguna grasa, tan solo agua y azúcar con la que elaborar un almíbar y luego añadir la fruta o planta aromática, como en este caso. Además permite diferentes presentaciones, en copa, en forma de granizado, de bola o en moldes de silicona (de polo) que es como finalmente más a gustado. Os animais ????
Ingredientes:
- 225 grs. de Azúcar
- 300 ml. de Agua
- 40 grs. de Menta fresca, y unas ramitas para decorar (la receta original 60 grs.)
- 125 ml. de zumo de limón (3-4 limones)
- unas gotas de colorante verde (opcional)
Ponemos a calentar el azúcar con el agua en un cazo a fuego lente removiendo hasta que el azúcar se disuelva. Llevamos a ebullición y dejamos hervir a fuego medio durante 2 minutos, sin remover. Retiramos del fuego y dejamos enfriarr ligeramente.
Mientras tanto, separamos las hojas de menta de los tallos, y pasamos por un robot de cocina. Añadimos el almíbar y trituramos todo bien. Dejamos enfriar el almíbar de menta resultante y refrigeramos unas 2 horas o hasta que esté frio.
Exprimimos el zumo de los limones, necesitaremos 125ml. en total. Agregamos el zumo al almíbar de menta y pasamos la mezclar por un tamiz de nailon (o colador metálico muy fino).
En este punto opcionalmente le podemos añadir unas gotas de colorante verde.
Si disponemos de heladera eléctrica, batimos con ella la mezcla siguiendo las instrucciones del fabricante.
También podemos congelarla en un recipiente apto para el congelador, sin tapar durante 3 o 4 horas, o hasta que empiece a cuajar. A continuación, pasamos el sorbete a un cuenco y removemos con un tenedor o batimos en un robot de cocina para romper los cristales de hielo. Volvemos a congelar 3 o 4 horas más, o hasta que se solidifique.
Para conservar el sorbete, lo guardaremos tapado en el congelador.
Lo podemos servir en forma de bolas, picado como un granizado o en moldes de silicona formando polos (como si fuera un calippo).
